Nuevo RIPCI: menos adornos, más seguridad en las señales contra incendios
- MANTENTE
- 4 days ago
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El 10 de mayo de 2025 entró en vigor la actualización del Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI). Aunque no supone un cambio de paradigma, sí redefine con más precisión qué debe —y qué no debe— contener una señal de seguridad. El mensaje es claro: sobran los adornos, faltan garantías.
La normativa afina lo que ya era obligatorio, pero que a menudo se interpretaba con cierta ambigüedad. Y pone el foco en cuatro pilares: claridad del mensaje, identificación trazable, durabilidad certificada y visibilidad incluso en situaciones críticas.
Señales más limpias, más útiles
Uno de los cambios más visibles está en la limpieza del contenido gráfico. Las señales ya no pueden incluir logotipos, webs, referencias comerciales ni elementos que puedan distraer de su propósito: comunicar de forma inmediata y sin interferencias.Fuera lo accesorio. Solo debe permanecer lo esencial.
La nueva normativa solo permite excepciones estrictamente necesarias para la identificación del producto. Esto excluye, por ejemplo, cualquier alusión al método de fabricación o a normativas no aplicables a la función de la señal.
Trazabilidad obligatoria y tamaño limitado
Otro requisito clave es la identificación obligatoria conforme a la norma UNE 23035-4, que debe ocupar menos del 3% de la superficie total de la señal. En ese pequeño espacio debe figurar:
Nombre y clasificación del producto.
Marca o fabricante.
Fecha de fabricación.
Lote de producción.
Condiciones de uso y conservación.
Además, se permite incorporar un código QR que aporte documentación técnica adicional y facilite la trazabilidad del producto instalado.
Fin a la vida útil indefinida: 20 años de plazo
Hasta ahora, el concepto de vida útil en señalización era ambiguo. El nuevo RIPCI pone fin a esa indefinición: las señales deben sustituirse a los 20 años desde su fabricación, salvo que se demuestre mediante ensayo que mantienen al menos el 80% de sus propiedades originales.
Esto obliga a propietarios y responsables de mantenimiento a llevar un control riguroso de la antigüedad de cada señal y sus condiciones de conservación. Una señal en buen estado puede seguir siendo funcional más allá del plazo, pero debe demostrarlo con datos.
Visibilidad asegurada, incluso sin luz
El reglamento también refuerza una idea esencial: la señal debe ser visible incluso en caso de fallo eléctrico.Esto se puede lograr mediante sistemas fotoluminiscentes certificados (UNE 23035), iluminación eléctrica de emergencia o ambas soluciones combinadas.
La señal deja de ser un elemento pasivo. Se convierte en un componente vital del sistema de evacuación y, como tal, debe estar siempre operativo, incluso en condiciones extremas.
Más allá del mínimo legal
Empresas especializadas no solo cumplen con el nuevo RIPCI: lo superan. Incorporan estándares adicionales como la certificación AENOR N y la etiqueta N Sostenible, garantizando no solo conformidad normativa, sino también sostenibilidad ambiental y responsabilidad en la producción.
Destaca también la introducción de elementos inclusivos como el código ADD de color de seguridad, pensado para personas con problemas de visión cromática.
En resumen
El nuevo RIPCI marca un antes y un después en señalización contra incendios: más control, menos improvisación. Las señales deben ser claras, rastreables, duraderas y visibles en cualquier circunstancia.
En Mantente, ayudamos a empresas, comunidades y edificios públicos a revisar, actualizar e instalar su señalética conforme al nuevo marco legal. Porque la seguridad no puede esperar.¿Estás preparado para adaptarte? Nosotros te acompañamos.