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¿Funciona la aerotermia con radiadores tradicionales? Lo que debes saber

  • Writer: MANTENTE
    MANTENTE
  • Oct 4
  • 3 min read
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La aerotermia se ha consolidado como una de las tecnologías más sostenibles para climatizar viviendas. No obstante, cuando se plantea su uso con radiadores convencionales, surgen dudas: ¿mantiene su eficiencia? ¿es rentable? ¿qué ajustes exige? Este artículo analiza el comportamiento real, los cálculos esenciales y las opciones para adaptar una instalación existente sin perder rendimiento.


Qué es y cómo opera la aerotermia


Una bomba de calor aerotérmica extrae energía del aire exterior y la transforma en calor útil. Si funciona con radiadores, aporta calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Su eficiencia depende de la temperatura de impulsión: cuanto más baja, más rendimiento (medido como COP: kilovatios térmicos por cada kW eléctrico).


Por ejemplo, si la bomba impulsa agua a 45 °C con temperatura exterior de 0 °C, puede alcanzar un COP cercano a 3, lo que significa que con 1 kW eléctrico produce 3 kW térmicos. Pero al elevar la temperatura a 65 °C, ese mismo equipo cae a un COP de alrededor de 2, sacrificando parte de su eficiencia.


Radiadores y temperaturas: el choque técnico


Los radiadores convencionales se diseñan para trabajar con agua a unos 65 °C y un salto térmico (ΔT) de 10 °C. Esto supone que otorguen su potencia nominal bajo esos parámetros.


Cuando la bomba entrega agua a sólo 45 °C, esos mismos radiadores pierden potencia: puede que solo cubran la mitad de lo que entregaban antes. El cálculo se realiza ajustando la temperatura media del radiador (Tml) y comparando la nueva potencia con la demanda real de la estancia.


Por ejemplo, un radiador que entregaba 1.020 W a 65 °C podría entregar solo 480 W a 45 °C. Si la demanda de esa habitación es más alta que lo que puede ofrecer el radiador, el sistema no podrá calentar correctamente.


Cómo saber si tu vivienda es compatible


Para validar si la aerotermia con radiadores es viable en una vivienda existente, es preciso seguir estos pasos:

  1. Calcular la demanda térmica real de cada estancia, considerando aislamiento, ventanas, orientación, zona climática y hermeticidad.

  2. Estimar la potencia que pueden ofrecer los radiadores a la nueva temperatura de impulsión (por ejemplo, 45 °C).

  3. Ver si esa potencia es suficiente para cubrir la demanda. Si lo es, solo será necesario sustituir la caldera por la bomba de calor.

  4. En estancias donde haya déficit, valorar ajustes o refuerzos.


Opciones cuando los radiadores no bastan


Si la potencia disponible no es suficiente, existen tres alternativas:


1. Aumentar la temperatura de impulsión

Subir el agua a 65 °C para conseguir más potencia. El inconveniente: el consumo eléctrico se dispara y la eficiencia se reduce drásticamente. Además, muchas bombas estándar no están diseñadas para operar a tan alta temperatura; para ello haría falta una bomba de alta temperatura.


2. Ampliar los radiadores

Añadir elementos a los radiadores existentes o sustituirlos por otros más grandes. Esto incrementa su capacidad térmica a baja temperatura. El reto es encontrar espacio, estética o compatibilidad física en habitaciones ya distribuidas.


3. Optar por emisores de baja temperatura o fan-coils

Sustituir los radiadores por emisores diseñados para temperaturas bajas o instalar fan-coils. Con ellos, las bombas pueden operar a 40 °C o menos, recuperando eficiencia. Pero implica obras en distribución de tuberías, ajustes hidráulicos e incorporar desagües y aislamiento anti-condensación.


Requisitos técnicos adicionales


Para que un sistema con radiadores y aerotermia funcione bien, conviene:

  • Recalcular las tuberías (caudales mayores al tener menor salto térmico) para evitar ruidos o turbulencias.

  • Incorporar filtros magnéticos y separadores de lodos, pues los radiadores pueden soltar partículas que dañen la bomba.

  • Incluir un depósito de inercia si los radiadores no tienen suficiente volumen de agua.

  • Asegurar aislamiento en las tuberías si se busca usar también la bomba para refrigeración, para evitar condensaciones no controladas.

  • Tener puntos de luz y desagüe en cada radiador cuando se instalasen fan-coils o sistemas mixtos.


¿Es rentable combinar aerotermia y radiadores?


Sí, siempre que la instalación esté bien dimensionada y los ajustes necesarios sean razonables. Los costes pueden oscilar entre 9.000 y 14.000 €, dependiendo de si hay que sustituir radiadores o no. Con una buena instalación, el ahorro energético compensa la inversión, y el sistema se convierte en una alternativa eficiente y sostenible frente a las calderas tradicionales.


Conclusión


La aerotermia con radiadores tradicionales puede ser una opción viable, pero no es una solución universal. Requiere un estudio técnico riguroso y, de ser necesario, adaptación de los emisores. La eficiencia y el confort dependen de que el radiador pueda cubrir la demanda con la temperatura de impulsión elegida.

La clave está en dimensionar bien, seleccionar componentes adecuados y, donde haga falta, reconfigurar emisores para mantener un rendimiento óptimo.

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